Por Alonso Iglesias Sebastián, profesor de la Escuela Trilema Zamora.
Ya ha llegado la primavera y espero que, en breve, se llenen con ella nuestros ojos de ese brillo especial con el que miramos la vida a nuestro alrededor por estas fechas, ver cómo reverdecen nuestros campos, cómo se llenan de florecillas nuestros arroyos, cómo se llenan de aves nuestros cielos, cómo corren alegremente nuestros niños, cómo pasean o toman el sol apaciblemente nuestros ancianos, … Oír cómo cantan nuestras aves, cómo corretea el agua en nuestros arroyos, cómo balan nuestras ovejas y sus corderillos, …. Y cómo no, oler esos estupendos aromas que nos brinda la madre naturaleza año tras año en primavera. Poder hacer todo eso será señal, sin duda, de que el problema ya ha pasado y que todos podemos salir a disfrutar de esa naturaleza tan maravillosa que tenemos todos los años por estas fechas.
Tenemos que aprender a darle más valor a todas esas cosas que parecen tan insignificantes, pero que no lo son, y que sólo las valoramos cuando nos vemos privados de ellas temporalmente o cuando las perdemos definitivamente.
¡Mucho ánimo!
Ahí os dejo un poema que escribí cuando tenía 18 años.
Soneto de primavera
Ya oigo a los pájaros de nuevo trinar,
ya veo los campos reverdecer,
ya veo a los niños que echan a correr
y a las cigüeñas sus nidos ocupar.
Quiero hablar con las aves al pasar,
quiero una flor con mis manos recoger,
no quiero a los niños detener,
prefiero a las cigüeñas ver volar.
Y mis ojos mirando siempre al sol,
sin dejar un momento de sonreír,
la clara luz alegra mi corazón
y mis sentimientos me vienen a decir
que es hora de ocuparse del amor
pues la dulce primavera llegó al fin.
Comentarios recientes