Por Eva Martín Miguélez, tutora de 2º EI
La etapa de Educación Infantil es una etapa con entidad propia y a su vez con una gran importancia dentro del desarrollo completo de la personalidad de nuestros niños y niñas. El juego, los aprendizajes significativos y la globalización de dichos aprendizajes son la clave para crear en nuestro aula sensaciones de confianza, momentos de experiencias compartidas y de descubrimientos increíbles. Todo esto será mucho más fácil si lo hacemos partiendo de la motivación que nuestros niños y niñas tienen por aprender. Su sonrisa es uno de los rasgos inherentes de la personalidad humana que, sin duda, ayudarán a que los aprendizajes que realicen en la etapa de Educación Infantil les marquen y formen parte de su vida para siempre.
Tengo la suerte de ser maestra y de poder, durante este curso además, ser tutora de la clase de 4 años en el Colegio Trilema Zamora. En el aula de infantil pasamos juntos prácticamente toda la jornada escolar. Disfrutamos juntos de juegos, de experiencias, de diversión y de aprendizajes que hacen que cada día sea especial.
La primera parte de la mañana la dedicamos a nuestras asignaturas de lectoescritura y lógico matemática donde desarrollamos nuestro lenguaje y conocemos un poquito más el mundo que nos rodea. Los números son nuestros grandes descubrimientos, nos apasionan y nos atraen muchísimo. Sin embargo, no olvidaremos lo increíble que fue escribir nuestro nombre y hacerlo una y otra vez, en cada ficha o cada dibujo.
Otra parte muy importante de nuestra jornada escolar es la estimulación temprana que hacemos todos los días. Realizamos los ejercicios en base a un Programa de Excelencia Física que los divide en 3 partes:
- PROGRAMA DE MOVILIDAD • Arrastre • Gateo • Caminar
- PORGRAMA MANUAL • Escalera de braquiación • Suspensión
- PROGRAMA DE EQUILIBRIO • Aceleración • Rotación • Balanceo
En esta parte de la jornada trabajamos la orientación espacial, la coordinación óculo manual o la motricidad gruesa de nuestro cuerpo, entre otras cuestiones.
La última franja de la mañana es la dedicada a el proyecto. Nuestros proyectos interdisciplinares en los que trabajamos todas las áreas de forma global. Para mí, hacer que cada niño descubra algo nuevo cada día y que lo haga de forma mágica, experimentado, probando, es la clave de sus aprendizajes. En nuestras clases se mezclan las estrategias de pensamiento con aprendizajes cooperativos, realizamos auto y coevaluaciones, pegamos, cosemos, rompemos y construimos conceptos, experiencias, ideas y momentos mágicos.
No puedo olvidarme de dedicar un lugar especial a las clases de Inglés. Para mí, como especialista, son clases únicas. Los niños absorben ideas, palabras o rutinas de forma sistemática. Siempre hemos dicho que los niños pequeños son esponjas, y la adquisición de un idioma extranjera así lo muestra. Hablar con ellos en inglés es especial. Sus caras son de sorpresa, de incertidumbre, de asombro. ¿Me estarán entendiendo?- te dices. Y como por muy increíble que resulte, así es. Puedo decir que disfruto de la asignatura de inglés en cada curso que la imparto y con cada grupo de alumnos de una forma diferente, pero sin duda, todas de forma especial.
Como dijo Charles Chaplin “Un día sin sonrisa es un día perdido”. Si nosotros somos capaces de hacer sonreír a nuestros niños y niñas a la vez que aprenden, estaremos creando en ellos una combinación perfecta. Por esto me hice maestra, por esto soy maestra de educación infantil y primaria. Porque esa combinación alimenta mi profesión y alimenta mi sueño de cambiar el mundo a través del poder y la magia que tenemos los maestros cuando nuestra mirada, nuestra mente y nuestro corazón se vuelcan y se entregan en cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
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