Por Elvira Freile Alonso, tutora de Educación Primaria
¿Cuántas veces es necesario escribir un comentario, redactar una nota, hacer un resumen, improvisar un cuento o poema en nuestro día a día como docentes?
Me siento a escribir este artículo para el blog, y me doy cuenta de los retos que nuestros alumnos y alumnas tienen que superar a la hora de expresar con claridad y de forma coherente una idea o actividad que se les propone.
Para tener éxito a la hora de enfrentarse a un “folio en blanco”, además de tener destreza lingüística, se requiere tener una gran dosis de imaginación. La destreza lingüística se adquiere, en gran parte, en el aula, mediante la lectura y la realización de actividades para conseguir afianzar una buena gramática y ortografía. Pero la imaginación y la creatividad es necesario fomentarlas desde el aula, convirtiéndose en el principal objetivo del maestro.
Desde las Escuelas Trilema incentivamos la imaginación, a través de nuestra sesiones de “Escritura creativa”, que junto con el “Plan lector”, suponen los dos pilares fundamentales que “alimentan” la imaginación, y que son el punto de partida de la creatividad para nuestros alumnos y alumnas.
Un ejemplo de los resultados obtenidos de la implementación de estas sesiones, es el siguiente poema, escrito por uno de nuestros alumnos de la Escuela Trilema Zamora
SIÉNTATE A ESCRIBIR
Un poema hago para mi madre
Sobre la escritura creativa
Cada palabra a mí me cautiva
Intentaré no caer en el desmadre.
Con la imaginación puedes volar,
Y edificios derrumbar,
Tú solo coge el lápiz
Y vamos a crear.
Puedes ser una emperatriz con su corona
O un dinosaurio con sus garras
Puedes ser en la selva, una mona
O un científico con sus mutaciones raras.
Solo una pregunta voy a realizar:
¿Puede la escritura no ser creativa?
Piensa que puedes volar y bajo el agua respirar,
Y así encontrarás la respuesta definitiva.
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