Por Alonso Iglesias Sebastián, profesor de Francés.
Lleváis unos días oyendo hablar de un certamen de poesía y, queráis o no, os persigue el miedo ante la idea de participar, sobre todo, si se trata de crear un poema. Sin duda, os estaréis preguntando ¿cómo puedo hacer yo un poema? Y yo os digo: “Sé valiente y deja fluir tus sentimientos, conviértelos en palabras, adorna esas palabras con alguna técnica que te enseñen tus profesores sobre métrica, ritmo y rima y seguro que el resultado es un poema. Ahí os dejo un ejemplo de uno que surgió de esa manera: quería expresar un sentimiento, me dejé llevar y surgieron las palabras y luego sólo tuve que adornarlas con un poco de medida, ritmo y rima. ¡Mucho ánimo!
El amor es como un cuadro,
necesita pinceladas,
que lo mimen cada día,
que lo llenen de miradas.
El amor es como un libro
que crece con las palabras,
que necesita siempre algo
que llegue al fondo del alma.
El amor es como un árbol,
que el viento agita sin pausa,
que no sabe si va o viene,
que no se queja sin causa.
Cuadro, libro y árbol
han surgido del amor,
cuadro, libro y árbol
necesitan su calor.
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