Por Beatriz Pérez de la Mora, tutora de 4º Educación Primaria
¿Por qué la música es tan importante para el desarrollo integral del alumno?
¿Qué sería nuestra vida sin música?
Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, la música nos persigue, nos asombra, nos entretiene, nos despierta, nos relaja, nos divierte, nos enfada; en resumen, nos propicia un amplio abanico de emociones con el cual enfrentarnos a nuestro día a día.
Numerosos estudios afirman que la música, desde que estamos en el vientre materno, afecta estimulando el ritmo cardíaco del feto, favoreciendo el desarrollo del cerebro al poner en marcha las resonancias vibratorias del oído.
Más adelante en la etapa de Educación Infantil, existe una relación muy estrecha entre el desarrollo psicomotriz y la música, puesto que la música se desarrolla junto con el cuerpo y el movimiento, y la educación psicomotriz necesita de la música, la voz y los instrumentos musicales. Con todo ello, el niño toma conciencia del esquema corporal y de su imagen, así como del ritmo, del espacio, del tiempo y de su posición con respecto a los demás.
Durante la etapa de Educación Primaria, la música ayuda a mejorar la capacidad memorística, de atención, concentración en los niños.
Se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, siendo éste el encargado de desarrollar nuestro lado más matemático, con ello su relación para la resolución de problemas y razonamientos complejos.
El lenguaje a su vez, se ve reforzado junto con el trabajo melódico, ya que favorece la memorización de textos, la correcta acentuación de las palabras y la dicción, además del beneficio del aprendizaje de una forma lúdica de otras lenguas.
Los coros, grupos de música, bandas, orquestas, así como diferentes asociaciones brindan la oportunidad de desarrollar la sociabilidad e interacción entre ellos.
A su vez, también promueve el desarrollo del hemisferio derecho, ayudando a desarrollar la creatividad, la imaginación, la expresión de emociones, elaboración de sensaciones, sentimientos, etc.
Finalmente, ayuda a establecer rutinas, a ser más organizado, responsable… creando así las bases de una futura disciplina y una educación de calidad.
Por todo ello, desde Trilema Zamora os invito a promover la música en vuestros hijos e hijas fuera y dentro del centro, a llevarlos a tocar un instrumento, a clases o grupos de baile, o a aquellas actividades que fomenten el disfrute de la música en su educación a participar junto con ellos de cantar, tocar o bailar una canción juntos en casa. Promoverá la unión y buena sintonía dentro de la familia y amigos.
Como decía Nietzche, “La vida sin música sería un error” ¡no lo cometas tú!
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